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lunes, 3 de diciembre de 2012

La chuleta del #TxakoliSimón en Bilbao

En el monte Artxanda, en Bilbao,  se encuentra el Txakolí Simón, donde probamos sus famosas "chuletas".
TXAKOLÍ SIMÓN
Recomendado por su chuletón, allí chuleta, nos dirigimos al monte Artxanda a visitar el restaurante Txakolí Simón, un típico restaurante muy amplio, estilo caserío vasco,  con parking y dividido en dos zonas muy bien diferenciadas.

TXAKOLI SIMON

En el exterior encontramos un amplio jardín dispuesto con bancadas tipo picnic, en esta zona cambia el tipo de servicio, ya que se convierte en auto servicio, aunque la carta es la misma, una manera original de pasar un buen día primaveral o veraniego.

Pasando al restaurante, la zona en la que estuvimos, llegamos al salón que se encuentra en la parte superior del caserío, donde cambia el aspecto, pasando a un estilo mucho más elegante, mesas amplias y buena decoración.
TXAKOLÍ SIMÓN

Al sentarnos en la mesa nos trajeron las primeras bebidas para ir abriendo el apetito, pedimos los entrantes que eran, morcilla artesana de puerro cocida, chorizo cocido a la sidra y ventresca de bonito fresco del norte. Los dos entrantes estaban presentados en unas pequeñas ollas calientes, tanto el chorizo como la morcilla estaban perfectamente cocidas y con un gran sabor y textura.

morcilla artesana de puerro cocido, TXAKOLI SIMON
TXAKOLI SIMON

chorizo cocido a la sidra, TXAKOLI SIMON

chorizo cocido a la sidra, TXAKOLI SIMON


ventresca de bonito fresco del norte, TXAKOLI SIMON

Teníamos claro que íbamos a cenar de plato principal chuleta, el camarero nos sugirió pedir 4,5 kg para 6, ya que se pide por kilos, muy vasco todo...
Después de una larga espera, unos 35 minutos, nos sirvieron las dos primeras chuletas de 1,5 kilos cada una, causan un gran impacto visual, ya que se sirven en unas parrillas con brasas, marcadas y trinchadas para que cada uno acabe de hacérsela al gusto. La carne es el punto fuerte del restaurante ya que está en un punto perfecto de maceración que hace que sin prácticamente pasarla más tiempo por la parrilla, se pueda disfrutar de una manera excepcional, al principio nos sorprendió que la guarnición fuera una simple ensalada, que contaba tan solo con lechuga y cebolla morada, pero se agradece porque te ayuda a digerir los grandes chupetones, aunque por costumbre pedimos una patatas para acompañar que no tuvieron mucho éxito.
Otra de las cosas que nos sorprendió de las chuletas fueron su precio, 36 euros el kilo de carne, en mi opinión un muy buen precio, por lo menos comparado con otras partes de España, calidad-precio de 10.

chuleta, TXAKOLI SIMON

chuleta, TXAKOLI SIMON

chuleta, TXAKOLI SIMON

patatas, TXAKOLI SIMON

guarnición de la chuleta, TXAKOLI SIMÓN

chuleta, TXAKOLI SIMON

La cena la regamos con un Fernández de Pierola, crianza de 2009.


Los postres eran caseros y todos por las opiniones de los demás comensales muy buenos, en especial la cuajada de leche quemada de oveja.

Los únicos puntos negativos del restaurante fueron, la larga espera entre las chuletas, y la mala extracción del local, ya que sabiendo que salen muchas parrillas, no ventila nada bien, aunque merece la pena por probar las magníficas chuletas.



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